En un mundo ideal

 Llegaste a mi vida sin necesidad de buscarte y encajaste en mi mundo como yo en el tuyo, éramos un engranaje perfecto.

En un mundo ideal, respetaste mis tiempos, aquel tiempo que brindó seguridad y fuerza a nuestros sentimientos.

En aquel mundo ideal, cumplimos nuestros objetivos juntos y formamos una familia sólida, con amor y confianza.

Ella fue

Ella era una chica alegre, que siempre trataba de ver el lado positivo de las cosas.

Me encantaba su sonrisa, su forma de hablar, su seguridad y convicción; me encantaba su cabello lacio y largo; sus ojos, que iluminaban todo lo que miraba.

Todo lo que había idealizado en teoría, lo encontré en ella y lo noté desde la primera vez que la vi.

¡¿Cómo una persona podría gustarme tanto?! - en ese momento, no lo entendí.

Y mientras pasaba el tiempo fue peor, porque mientras más la conocía, solo reforzaba la idea de que era todo lo que en la vida idealicé.

¡Qué ser tan imperfectamente perfecto!, amé cada día a su lado, amé poder compartir con ella momentos únicos.

La amé, aunque ella no me amó. Envidié su forma de amar a otra persona... realmente era amor?, me parecía más una obsesión. -Yo quería ser amado de esa forma, porque así la amaba a ella. 

Esperé, esperé y traté, creí que lo lograría, pero no fue así.

Llegué para quedarme

Con el tiempo, la vida me mostró que una mujer no puede vivir pensando que tiene al mejor hombre a su lado, que todo lo que parece ser en realidad es cuestión de apariencias. Sin embargo, a pesar de mi constante pesadez con respecto a la confianza, debo admitir que me estoy dando por vencida.

Cada día, él me demuestra lo que siempre quise ver en mis antiguas relaciones.

Cuanta paciencia, cuanto cariño! Que bonito es que alguien te quiera tal y como eres... con tus contradicciones, ataques de bipolaridad, celos, dramas, etc. 

Mi mente ya se cansó de creer que esto es solo apariencias, creo que al fin me daré por vencida.

Será que al fin encontré lo que siempre busqué?.

-No lo sé, pero por ahora soy feliz... muy feliz.

Algo llamado tristeza

En mi rostro hay curvas que demuestran pena y un intento de llanto, pero las lágrimas no caen. No solo eso, por dentro siento que una parte de mí se rompe; camino de un lado a otro, temblando, mis manos tocan mi cabello desde el cuello a la cabeza (como sujetándolo), realmente no sé a dónde ir, realmente no sé qué hacer.

En realidad no puedo hacer nada para cambiar lo que siento. 

Y de pronto, aquí redactando, me encuentro con mi alma, mis gestos y la tristeza se complementan para emitir así la primera lágrima. 

Después de todo, no soy tan fuerte.

Solo amigos

De pronto lo piensas, de pronto lo olvidas, piensas que tal vez debo ser solo tu amiga
Y yo me confundo también.
De pronto te pienso, de pronto lo olvido, tal vez deberías ser solo mi amigo
Pero , mientras lo no planeado hace lo suyo, las palabras crean un panorama nuevo y cambian por completo la situación. (esto pasa cada vez que estamos juntos)
Sin embargo, al alejarnos, regresa el mismo dilema "deberíamos ser solo amigos?".
La frialdad y el tiempo hicieron lo suyo, dos personas que no están dispuestas a querer, al menos no tan rápido.

Por qué no puedo tener una familia normal?

Donde tener amigos hombres no sea visto de una mala manera.
Donde los hombres que viven aquí ayuden a limpiar la casa.
Donde las mujeres puedan salir igual que los hombres.
Donde puedes fumar un cigarro y que no piensen que eres drogadicta.
Donde puedes tomar un vaso de alcohol y dejen de pensar que eres una alcohólica.
Donde dejen de creer que esperar un bebé es el fin de la vida.
Donde haya amor y no envidia.

El hombre que amo

El hombre que amo puede calmar el llanto con solo mostrar una sonrisa.
Conoce tanto de mí que sabe cómo me siento con solo verme.
Él es la fortaleza en mi debilidad y la luz en mi oscuridad.

Está presente incluso cuando duermo y convierte mis pesadillas en dulces sueños.
Cuando lo veo mi mundo se convierte en un cuento... un cuento en el que él es el príncipe.
Ese príncipe valiente que lucha  sin temor a nada. No teme decir lo que siente ni tampoco hacer lo no planeado. Confía en su amor verdadero y es Dios su fortaleza.
Mi príncipe es el hombre que amo... el protagonista de mi cuento, el dueño de mi corazón. No sé si ya lo conozco , tampoco sé cuando lo conoceré. Solo sé que con todo mi corazón lo amaré.